¿Qué habrá sido de esas morras de 17 de hace 20 años? ¿Tendrán hijas de 17 a las cuales les cuiden sus piernas y el largo de sus faldas escolares? ¿Habrán tenido embarazos juveniles? ¿Habrán perdido ese encanto y se emocionaran por coqueteos de compañeros de trabajo en las venideras pedas de fin de año, se besarán con ellos y luego se perfumarán antes de llegar a casa para no oler a saliva de alguien más, siempre a tiempo de alcanzar a ver el partido del américa con sus esposos? ¿serán mujeres de éxito y recordarán con nostalgia como le coqueteaban a ese tipejo de 20 años que les daba lástima?
Hace 20 años, 3 años de diferencia parecían un abismo. Parecían toda una vida, tiempo lleno de experiencia, orgasmos conseguidos por el oponente, vivencias llenas de rabia y odio. En cambio ahora, tan sólo son 3 aguinaldos más, 3 años menos a la deuda que tienes por pagar, 3 años menos de distancia con la tumba.